Cuando una persona se ve involucrada en un accidente, este puede resultar en diferentes lesiones que pueden variar de moderadas a severas. Una de las partes más vulnerables del cuerpo es la cabeza, y cuando se golpea con la fuerza con la que normalmente ocurre un accidente, la persona puede sufrir una lesión cerebral traumática.

Este tipo de lesiones pueden tener efectos secundarios inmediatamente después del incidente o incluso meses después. Por ejemplo, una conmoción cerebral puede afectar la forma en que el cerebro percibe, procesa y almacena la información. Esto, a su vez, puede provocar alteraciones emocionales en la persona por el susto no solo del accidente sino también por la sensación de que hay algo que no funciona como antes.

Las personas con lesiones cerebrales traumáticas pueden sufrir depresión, irritabilidad, aislamiento, ira, altos niveles de ansiedad y cambios de humor. Por eso la gente tiende a pensar que la personalidad del individuo cambió. Sin embargo, no es que la personalidad cambie. En cambio, es un conjunto de síntomas que el paciente encuentra muy difícil de manejar. Estos síntomas pueden desaparecer con el tiempo si se administra el tratamiento correcto y si se tratan de inmediato.

Es importante recordar que algunas víctimas de accidentes también pueden tener un trastorno de estrés postraumático. En estos casos, la persona tiene miedo de volver a conducir o salir de casa, puede presentar ansiedad moderada o ataques de pánico, recuerdos e imágenes perturbadoras del accidente, depresión, enfado, pesadillas y / o problemas de sueño. Todo esto puede hacer que la persona se comporte de manera diferente, pero no significa que su personalidad haya cambiado.

Si usted o un ser querido está involucrado en un accidente con lesión en la cabeza, es esencial obtener atención médica de inmediato. Haga todas las pruebas necesarias para descartar cualquier daño significativo y haga un seguimiento de sus síntomas y estado emocional. Solo en casos de lesiones graves se pueden perder algunas funciones corporales. Según las estadísticas, más del 80% de las víctimas de accidentes tienen trastornos emocionales. Pero como mencionamos anteriormente, muchos de estos pueden desaparecer con el tratamiento recomendado.