En un accidente automovilístico, las personas pueden terminar sufriendo muchas lesiones en diferentes partes del cuerpo. Una de las más importantes y vulnerables a recibir golpes durante un choque es la cabeza.

Cuando la cabeza se golpea contra un objeto o viceversa, ocurre lo que se conoce médicamente como una “conmoción cerebral”, o lesión cerebral traumática. Al momento del golpe, el tejido cerebral se sacude dentro de la cabeza y algunas personas pueden llegar a perder el conocimiento, aunque esto no siempre ocurre.

Como cualquier tejido blando del cuerpo después de un golpe, el tejido cerebral puede presentar dolor, moretones, sangrado e hinchazón.

Hemos escuchado sobre este tipo de casos en atletas que practican boxeo y fútbol americano, ya que a menudo reciben golpes en la cabeza. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no se necesitan varios golpes para sufrir de una conmoción cerebral. Un solo golpe que ocurra durante un accidente o una caída puede muy bien provocar una lesión de este tipo.

Además de una posible pérdida de conocimiento, también pueden presentarse dolores de cabeza, problemas de equilibrio, pérdida de memoria, coordinación y cambios en el comportamiento. Estos síntomas tienden a ser temporales y pueden desaparecer en un par de días. No obstante, si los síntomas persisten, podríamos estar hablando de una lesión cerebral más severa que, si no se atiende de manera oportuna, puede dejar lesiones permanentes en nuestro cerebro.

Si alguna vez resultas lesionado en un accidente en donde tu cabeza sufrió de un golpe fuerte ya sea con el volante, la bolsa de aire, el tablero o algún otro objeto, es importante solicitar una tomografía en la sala de emergencias. De esta manera los doctores podrán revisar a mayor detalle si hay presencia de sangrado, algún otro tipo de desgarre, o el grado de hinchazón. Y de acuerdo a esta información, te permitirán regresar a casa o decidirán mantenerte en el hospital para una mejor observación y tratamiento.

Algunos otros síntomas que pueden presentarse cuando la molestia continúa incluyen náusea, vómito, malestar general, confusión e incluso depresión. Si este fuera tu caso, o el caso de un ser querido, es importante que busques atención médica lo más pronto posible. Recuerda que las lesiones no necesariamente se presentan justo después del accidente, a veces estas pueden tardar días, semanas e incluso meses en aparecer.