Cuando un accidente automovilístico ocurre, a menudo las personas involucradas se sienten confusas y desorientadas. Lo primero que debemos hacer es revisar si nos encontramos bien y si tenemos lesiones. A continuación, deberemos hacer lo mismo con los pasajeros que nos acompañaban, así como con las personas del otro auto.

Muchas veces, las personas en automático tienden a pedir disculpas sin saber que esto puede ser tomado como una aceptación de responsabilidad. Las compañías de seguros evalúan quién tiene la responsabilidad del accidente, y en caso de que ambas personas hayan sido responsables, entonces determinan un porcentaje de culpabilidad para cada una de ellas.

Inmediatamente después de ocurrido el accidente, llama a los servicios de emergencia aún cuando no encuentres o sientas lesión alguna. También llama a la policía para que se levante un reporte del accidente. Todo esto quedará registrado oficialmente y te ayudará en caso de una demanda.

Frases que pueden parecer muy inocentes como: “no vi”, “no me di cuenta”, “yo tuve la culpa”, etc. pueden dañar gravemente tu situación. Recuerda que te encuentras en un estado de confusión y que no es un buen momento para dar declaraciones. Lo que sí puedes hacer y que te ayudaría muchísimo es buscar a testigos que observaron el accidente. Intercambia información de contacto con ellos, espera a que llegue tu ajustador de seguros, no tomes responsabilidad por el accidente, y contacta a un abogado.

Otra de las cosas importantes que debes hacer es tomar fotografías. Estas siempre son muy útiles a la hora de reconstruir un accidente. Toma fotografías de cómo quedaron los autos después del choque, tanto los daños físicos como su ubicación en la calle. Toma fotografías de todas las señalizaciones de tránsito que haya alrededor, estas podrán dar una idea de lo que tendrían que ir haciendo los conductores al momento del accidente.

Y por supuesto, intercambia tu información de contacto con el otro conductor y/o conductores involucrados.