Sabemos lo importante que es contar con un seguro de auto para aquellos casos en los que – por alguna u otra razón – nos vemos involucrados en un accidente. Ya sea que este sea tu culpa o no, tu aseguradora puede ayudarte a cubrir los gastos por reparaciones, liberando un poco la carga que esta experiencia tan frustrante implica.

Para que esto sea posible, debes presentar una reclamación de seguro. Una reclamación de seguro se refiere a presentar una solicitud formal para obtener el dinero que te ayude a cubrir las reparaciones, y otros eventos que estén incluidos en la cobertura de tu póliza.

Cada estado tiene diferentes normas para realizar este proceso y es importante informarte sobre ellas desde el momento que adquieres un seguro de auto. Lo primero que debes hacer después de un accidente es llamar a tu aseguradora, independientemente de si tuviste la culpa o no.

Un representante será enviado a la escena para constatar los hechos y evaluar todas las circunstancias alrededor del evento. Te deberá informar de toda la documentación que tendrás que proporcionar para iniciar tu reclamación. Es muy probable que uno de ellos sea el reporte de la policía; este lo puedes obtener a través de la estación de policía más cercana a la escena del accidente, ya que generalmente serán ellos los que se presentarán en esos momentos.

Es crucial que obtengas la información de contacto de todas las partes involucradas, así como de posibles testigos, ya que esto te podrá ayudar mucho a la hora de revisar tu reclamación, y más aún si decides presentar una demanda.

También deberás conservar todas las facturas de los gastos que hayan resultado del accidente, como facturas médicas, medicinas, grúas, etc. Al igual que toda otra documentación como reportes médicos, estudios médicos realizados, entre otros.

Habla con tu agente de seguros para averiguar con qué periodo de tiempo cuentas para presentar tu reclamación, el monto que cubrirá tu seguro, y el tiempo que esto podría tardar en resolverse.